domingo, 21 de junio de 2009

PINTANDO CON POESÍA/ Ángela Galdón Griñán

Acrílico/ Tela/
MIS ORQUÍDEAS
(Soneto con estrambote)

Preciosa y elegante hasta mis manos
llegas tú engalanando los rincones:
es la orquídea una alegra corazones
llegada de los trópicos lejanos...
Observada por ojos muy profanos
dudan siempre sus bellas condiciones,
pues al verlas lucir en los jarrones
piensan que es la labor, de los humanos.
Hermosura nos da nuestra natura
con miles de colores en sus flores
siendo ella la flor más distinguida.
Ni siquiera la rosa presumida
pudiera compararse a sus primores
¡sin espinas, nos muestra su figura!

Nada alcanza tu altura...
ni siquiera lo pueden mis pinceles
que al pintarte ¡los cubres de laureles!
Ángela Galdón Griñán

Acrílico/Tela

LIRIOS ROJOS
Rescatados los lirios de la china
hasta los lienzos llegan de mi mano,
el pincel se me alegra cuando atina
y se muestra ante mí, él ¡muy ufano!
En sus rojos mis labios se reflejan
teñidos de color como carmín,
las miradas ocultas los cortejan
cual si fuera yo flor de este jardín.

En sus tallos me enredo sin remedio
por llegar al pimpollo de la cumbre,
mis ojos los admiran sin asedio
perdiéndose en el fuego de su lumbre.

Cuidados con amor por lugareños
como el ácoro rojo o espadaña,
-son nombres de los lirios en España-
florecen para mayo muy risueños,
luciendo muy garbosos sus diseños.
Ángela Galdón Griñán

Acrílico/Tela

NENÚFAR

Sobre inmensas hojas como islas
cabalga la rosa del nenúfar;
a caballo sin estribos y sin bridas
se permite ese lujo en su camino
de lucir tan frondosa y tan erguida.
No depara en el final de su destino,
en las aguas del estanque se humedece
y en las fuentes de jardines,
ella habita tan ufana, colorista ¡tan bonita!
que a mis lienzos llega presa entre mis dedos,
para darle la estampa que precisa.

Lozana y elegante adorna el parque
de mi imaginación, de pintora;
mis pinceles la acarician y la soban
hasta darle el tono que me incita.

Sobre inmensas hojas como islas
cabalga mi rosa esplendorosa,
posada sobre un noble caballete
dónde mis ojos ¡la miran y la acosan! .

Sin saber que el destino es una Sala
donde un foco por sol, le dará sombras,
ignorando que algún día ¿quien lo sabe?
vivirá para siempre, sobre alfombras…
Ángela Galdón Griñán

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